La industria eólica cree que hay margen para desarrollar 15.000 nuevos Mw eólicos en España hasta 2030
«Las subastas serán un éxito cuando los proyectos adjudicados estén vertiendo electricidad a la red», afirmó Juan Diego Díaz, presidente de la Asociación Empresarial Eólica (AEE) en el acto de inauguración del III Congreso Eólico.
«En el caso de las que ya se han celebrado en España, es necesario que los proyectos estén listos en diciembre de 2019 para que computen en los objetivos europeos 2020. Los plazos son ajustados y es responsabilidad de todos que se llegue a tiempo. Aunque es sobre las empresas adjudicatarias de la subasta sobre quien recae el peso principal, los fabricantes tendrán que esforzarse por entregar las máquinas a tiempo. Los bancos y los fondos deben afrontar el reto y la necesidad de que la financiación se conceda con rapidez. En la mano de las administraciones autonómicas y locales está que los trámites se agilicen. Y de la de REE, que las infraestructuras acompañen. En AEE no dudamos de que todo el mundo pondrá de su parte para que el proceso sea un éxito, de modo que puedan hacerse realidad las inversiones y los empleos que tanta falta hacen en España y nos aproximemos al cumplimiento de los objetivos a 2020″, añadió.
Aunque el presidente de AEE mostró la satisfacción del sector por la vuelta a la actividad local de una industria que en los últimos años ha exportado el 100% de lo fabricado en España con tan sólo 65 MW eólicos instalados en tres años, insistió en que aún persisten problemas. «Si en diciembre de 2019 el Gobierno hiciese uso de su potestad y revisase a la baja la rentabilidad razonable de los proyectos existentes y futuros, el impacto sería tan importante para el sector que podría dejarlo en una situación económica muy vulnerable. Desde AEE creemos firmemente que eliminar de la ley esta posibilidad sería clave para la estabilidad regulatoria de nuestro país».
AEE considera que se debería aumentar la potencia eólica en 15.000 MW adicionales hasta 2030 (incluidos los megavatios procedentes de las subastas ya celebradas), «integrándola con otras tecnologías eficientes de modo que se garantice en todo momento el correcto funcionamiento del sistema. Ello tendría unos claros beneficios para España en términos económicos, medioambientales y de creación de empleo».
Díaz se refirió también a la necesidad de adaptar la fiscalidad a las necesidades de una Transición Energética segura y eficiente. «En un entorno de subastas cada vez más competitivas, las comunidades autónomas deben dejar de ver a la eólica como la vaca que se puede seguir ordeñando y eliminar impuestos teóricamente medioambientales que enmascaran un afán puramente recaudatorio, como los cánones eólicos».
El presidente de AEE se refirió al importante esfuerzo de internacionalización hecho por el sector eólico español: hoy el 10% de la potencia instalada en el mundo pertenece a empresas españolas y el 12% de los aerogeneradores procede de fábricas que están en territorio español, lo que ha generado en el mundo nada menos que 90.000 empleos. «No olvidemos que España es el quinto país por potencia instalada, el cuarto exportador de aerogeneradores y el séptimo en patentes eólicas», dijo.