Biomasa
Mapa de Biocombustibles Sólidos 2025: más fábricas activas y estabilidad en la producción

El último inventario identifica 65 fábricas de pellet activas en España, dos más que en el mapa anterior, elaborado con datos de 2023
Según los datos declarados por los productores a AVEBIOM, la producción real de pellet en 2024 fue de 529.337 toneladas, frente a 681.706 toneladas en 2023, lo que supone una reducción del 22 %.
En 2022, muchos usuarios adelantaron sus compras ante la crisis energética, pero los inviernos suaves que siguieron redujeron el consumo real. Como resultado, el sector arrastró un importante volumen de pellet almacenado durante dos campañas. El mayor consumo registrado este invierno ha contribuido por fin a normalizar los niveles de stock.
La mayoría de las plantas (42 de 65, el 65 %) producen bajo certificación ENplus®, lo que garantiza la calidad y trazabilidad del pellet español. Estas fábricas son, además, las de mayor capacidad productiva, por lo que concentran alrededor del 85 % de la producción nacional, situando a España entre los países europeos con mayor volumen de pellet certificado.
En cuanto a sostenibilidad, una planta de pellet dispone de certificación SURE, un esquema que se aplica principalmente a biocombustibles destinados a redes de calor o proyectos industriales sujetos a los criterios de la Directiva RED III.
El inventario 2025 identifica 64 productores de astilla activos en España, los mismos que en el año anterior. El número de plantas que certifican su sostenibilidad con el esquema SURE se mantiene en 30, lo que confirma la confianza de los principales operadores del sector en España en este sello, especialmente los que suministran a redes de calor públicas e instalaciones industriales que deben acreditar el origen sostenible de la biomasa conforme a la Directiva Europea RED III y para cumplir con los requisitos de la Directiva ETS sobre reducción de emisiones verificables
Según las capacidades declaradas por los fabricantes, el potencial de producción nacional de astilla se sitúa alrededor del millón y medio de toneladas al año. Las plantas medianas y grandes se reparten principalmente por Castilla y León, Cataluña, Andalucía y el norte de la península.
El sector trabaja actualmente en torno al 60-70 % de esa capacidad, lo que garantiza disponibilidad de suministro para afrontar nuevos proyectos térmicos en expansión.
El crecimiento de la demanda en redes de calor y aplicaciones industriales, junto con la estabilidad de precios observada en 2024 y 2025, consolida a la astilla de madera como el biocombustible sólido más eficiente y sostenible para grandes instalaciones térmicas, y un pilar fundamental de la bioenergía española.
Hueso de aceituna: estabilidad y bioeconomía circular
El inventario 2025 mantiene 30 productores de hueso de aceituna activos en España, principalmente en Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, donde la industria oleícola genera un flujo constante de subproductos valorizables.
El número de plantas con certificación BIOmasud® se mantiene en siete, mientras que cinco cuentan además con el sello SURE, que acredita la sostenibilidad del biocombustible conforme a la Directiva Europea RED III.
El sector del hueso está estrechamente ligado a la actividad agrícola y agroindustrial, lo que le confiere un fuerte componente local y circular. Cada campaña, numerosas almazaras y cooperativas valorizan el hueso generado en el proceso de molturación, destinándolo a usos térmicos tanto propios como en entornos próximos. Con su alto poder energético, su baja huella ambiental y su plena integración en la cadena agroindustrial, el hueso de aceituna mantiene un papel esencial dentro del mix de biocombustibles sólidos españoles, aportando sostenibilidad y autonomía energética local en los territorios rurales.
Las redes de calor de Rebi llegarán a los centros de salud de Cuenca y Guadalajara

La energía verde gana protagonismo en Castilla-La Mancha con la contratación del suministro térmico de los principales centros sanitarios de Cuenca y Guadalajara a las redes de calor promovidas por la empresa Rebi. Un contrato valorado en más de 11 millones de euros y con una duración de ejecución de cuatro años marca el inicio de una nueva etapa energética en el ámbito sanitario público.
Con esta decisión, el gobierno regional conecta hospitales y centros de salud de ambas capitales a un sistema de energía renovable que sustituye el gas y el gasóleo por biomasa forestal. Un gesto que busca la eficiencia y que se alinea con los objetivos climáticos prioritarios, evitando la emisión de más de 50.000 toneladas de dióxido de carbono durante los cuatro años de duración del contrato.
Este proyecto forma parte de la estrategia del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) para reducir la huella ambiental de su infraestructura sanitaria y contribuir de manera activa a la lucha contra el cambio climático.
En la capital alcarreña, los beneficiarios del nuevo sistema serán el Hospital Universitario de Guadalajara, el Instituto de Enfermedades Neurológicas y dos centros de atención primaria: El Balconcillo y El Ferial. En Cuenca, se conectarán el Hospital Virgen de la Luz, el futuro Hospital Universitario, el Centro de Especialidades y los centros de salud I, II, III y IV.
El director ejecutivo de Rebi, Alberto Gómez, explica que “para nosotros esta contratación representa un paso muy importante en nuestro compromiso con la transformación energética de las ciudades. Poder suministrar energía renovable desde Rebi a centros tan estratégicos como los hospitales y centros de salud de Cuenca y Guadalajara es una gran responsabilidad y un honor que asumimos con entusiasmo”.
El funcionamiento del sistema es sencillo y altamente eficiente: desde la planta térmica se genera calor mediante el uso de biomasa -y bombas de calor en el caso de Cuenca- y se distribuye a través de tuberías preaisladas hasta los edificios, donde se transfiere al sistema interno mediante intercambiadores. Las calderas actuales se mantienen como respaldo, pero permanecerán apagadas.
Alberto Gómez ha agradecido la confianza depositada por el Gobierno de Castilla-La Mancha en el modelo de redes de calor impulsado por la compañía, “este respaldo institucional nos anima a seguir apostando por soluciones sostenibles que integren tecnología, eficiencia y recursos locales. La colaboración público-privada es clave para acelerar la transición energética de manera efectiva”.
Menos emisiones, más salud
El beneficio medioambiental de esta medida es una de las esencias del contrato; con las conexiones en funcionamiento, se evitará la emisión de 50.000 toneladas de CO₂ en cuatro años. Menos gases de efecto invernadero, menos contaminación y una mejora en la calidad del aire de las ciudades son impactos directos que beneficiarán tanto a pacientes como al conjunto de la ciudadanía.
Este modelo de calefacción urbana es, además, más estable frente a las fluctuaciones del mercado energético, lo que proporciona seguridad y previsibilidad en el suministro de un servicio esencial como la climatización de centros sanitarios.
Uno de los aspectos más destacados del proyecto es el enfoque local y circular de la fuente energética. La biomasa utilizada procede de trabajos de limpieza y desbroce de los montes del entorno, permitiendo gestionar los recursos naturales de forma responsable y, al mismo tiempo, prevenir incendios forestales.
Gómez puntualiza que “este proyecto encarna perfectamente los principios de la economía circular ya que aprovechamos los restos forestales del entorno, reducimos emisiones y generamos empleo local. Los beneficios llegarán tanto a los pacientes como a los profesionales y vecinos de ambas ciudades, con un suministro térmico más limpio, seguro y respetuoso con el medio ambiente”.
Esta gestión inteligente del territorio se traduce en oportunidades de empleo en zonas rurales, fomento del sector forestal y dinamización económica. En lugar de importar combustibles, se aprovecha la riqueza natural de la región, cerrando un ciclo de producción y consumo eficiente y respetuoso con el medio.
La apuesta por las redes de calor de Rebi es parte de un cambio estructural hacia una energía más limpia en las instalaciones públicas. Castilla-La Mancha se suma así a otras regiones europeas que ya han adoptado soluciones similares, demostrando que es posible mantener un alto estándar de confort y funcionamiento en edificios clave como los hospitales, al mismo tiempo que se protege el entorno.
Este nuevo contrato garantiza una mejora en la calidad del suministro energético y representa un compromiso firme con la sostenibilidad, la innovación y el futuro de la salud pública.
La decisión de apostar de manera decidida por las redes de calor con biomasa forestal y energías renovables representa un ejemplo de visión de futuro por parte del gobierno de Castilla-La Mancha, y también un ejercicio de responsabilidad hacia la ciudadanía y el territorio. La integración de hospitales y centros de salud de Cuenca y Guadalajara en este modelo energético es mucho más que un avance técnico, es la demostración de que la salud de las personas y la salud del planeta están estrechamente ligadas. “El respaldo institucional que hemos recibido nos anima a seguir trabajando en proyectos que combinan innovación, eficiencia y aprovechamiento de los recursos locales”, insiste Gómez.
Gracias a esta apuesta política, Castilla-La Mancha se coloca a la vanguardia en España en materia de eficiencia energética y cuidado medioambiental, reforzando además la economía circular y creando oportunidades de empleo en zonas rurales.
Una nueva comunidad de propietarios se conecta a la red de calor con biomasa de Cuenca

Red de Calor de Cuenca sigue extendiéndose por toda la ciudad ofreciendo la oportunidad a los vecinos que estén interesados de conectarse al servicio energético sostenible procedente de la biomasa extraída de los montes de la provincia.
La astilla de madera se convierte en energía en la central, que circula bajo las calles de la ciudad en forma de agua caliente a una temperatura de 90 grados centígrados, y llega hasta las comunidades de vecinos con calefacción centralizada. “REBI se encarga de introducir la energía en la sala de calderas de los edificios que quieran adherirse a través de una obra menor, una vez en la sala el equipo que instalamos hace el trasvase térmico de forma automática, un trabajo muy sencillo”, explica el responsable comercial del proyecto en Cuenca, Roberto Gómez.
Así lo han podido comprobar los vecinos de la comunidad de propietarios de Castilla-La Mancha número 9, un total de 44 viviendas. Han sustituido el gas que usaban hasta ahora para calefacción y agua caliente sanitaria por la energía térmica de biomasa.
“De esta manera no sólo registran un ahorro en la factura de la comunidad sino que el ahorro también se traduce en el cuidado del medio ambiente, en concreto estos vecinos dejan de emitir desde este momento 124 toneladas de CO2 a la atmósfera, cada tonelada suma para hacer de Cuenca un ejemplo de ciudad sostenible que contribuye al desarrollo de la economía circular, en este caso en el sector de la bioeconomía”.
Insiste Roberto Gómez en que “los vecinos que están recibiendo nuestra energía no han notado el cambio de su sistema antiguo al actual, y es que el agua de su edificio se calienta de otra manera, nada más, al margen de que se acaban los ruidos de las calderas y los riesgos que entrañan los combustibles gaseoso”.
La estabilidad en el precio es la clave principal que ayuda a los vecinos a conectarse, “ofrecemos contratos a largo plazo, sin depender del precio del petróleo, gas, ni de oscilaciones del dólar. Además, ofrecemos una gestión integral de la instalación. Mantenimiento y garantía de los elementos nuevos instalados. Mantenimiento preventivo de la sala de calderas actual según el RITE. Y por supuesto, rendimientos optimizados y eficientes de las instalaciones. Se evita el coste de cambiar las calderas actuales por otras nuevas porque no se produce desgaste”, sentencia Gómez.
La consejería de Educación conecta su primer edificio a la Red de Calor de Cuenca

El IES San José dejará de emitir 47 toneladas de CO2 a la atmósfera con la supresión del gas y la incorporación de la energía sostenible
La consejería de Educación, Cultura y Deportes de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha vuelve a confiar en la energía sostenible de Rebi. Lo hizo recientemente en Guadalajara con la conexión a la Red de Calor del Centro de Educación de Personas Adultas CEPA Río Sorbe, y lo hace ahora en Cuenca. La Red de Calor de Cuenca ya suministra energía sostenible al Instituto de Educación Secundaria IES San José, ubicado en la calle Juan Martino de la ciudad.
La calefacción y el agua caliente del centro se producen, a partir de este momento, con la energía térmica de biomasa de la Red gracias a una subestación de intercambio de placas ubicada en una instalación de 660 kW de potencia para un consumo aproximado que supera los 200.000 kWh anuales.
El responsable de la Red en Cuenca, Roberto Gómez, agradece “el apoyo y la disponibilidad de la consejería de Educación y de todo el gobierno regional que está visiblemente comprometido con la incorporación de las energías renovables como la nuestra en sus edificios públicos. Éste es sólo el primer ejemplo porque estamos seguros de que otros centros educativos, culturales y deportivos se incorporarán pronto a la Red”.
Y es que el IES San José se ha desvinculado de un combustible fósil como es el gas, altamente contaminante, para utilizar energía térmica de biomasa, lo que supone dejar de emitir 47 toneladas de CO2 anualmente a la atmósfera de Cuenca. Gómez añade que “nos proporciona especial satisfacción la conexión de este edificio educativo porque es el primero de la consejería en sumarse a nuestro proyecto y sus usuarios enseguida van a notar la confortabilidad de la Red, desde los alumnos hasta los profesores pasando por el equipo administrativo”.
Conectar un instituto a la Red de Calor de Cuenca ofrece múltiples ventajas, tanto desde el punto de vista medioambiental como económico y educativo. Uno de los beneficios es la reducción de la huella de carbono del instituto al utilizar residuo orgánico, la astilla de madera procedente de podas controladas y limpieza de los montes, para generar energía térmica. Esto contribuye a disminuir la dependencia de combustibles fósiles y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero. Al utilizar biomasa, se aprovechan recursos renovables, se promueve un ciclo de carbono más equilibrado.
La energía de la Red de Calor de Cuenca es notablemente más económica que los combustibles fósiles, lo que se traduce en un ahorro significativo en las facturas de energía del instituto, liberando recursos financieros para otras necesidades educativas.
Es más, el uso de la biomasa local como fuente de energía implica contribuir al desarrollo de la economía local, y reducir las emisiones asociadas al transporte de combustibles desde otros lugares.
Educación y conciencia ambiental
Implementar una red de calor con biomasa como la de Rebi en un instituto también tiene un valor educativo. Los estudiantes tienen la oportunidad de aprender conceptos sobre energías renovables y sostenibilidad de primera mano. Esto fomenta una mayor conciencia ambiental y promueve prácticas sostenibles entre los jóvenes, quienes son los futuros responsables del cuidado del planeta.
El San José es un centro público de Enseñanza Secundaria (ESO y Bachillerato), fundado en 1954 como centro formativo para trabajadores, en la actualidad se imparten enseñanzas oficiales de educación secundaria obligatoria para jóvenes desde los 12 años hasta los 18 años, muchos de ellos procedentes de aldeas y pueblos pequeños que no cuentan con institutos y pueden beneficiarse de la residencia escolar.
El centro cuenta con una plantilla de unos 50 profesores junto al personal de administración y servicios, más servicios externos de cafetería y de limpieza. El número de alumnos del IES San José en la actualidad supera los 500.
Conectar un instituto de esta magnitud a una red de calor con biomasa es una decisión estratégica de la consejería de Educación que ofrece múltiples beneficios. No solo contribuye a la sostenibilidad y reducción de costos, sino que también proporciona valiosas oportunidades educativas y apoya la economía local. En un contexto global donde la lucha contra el cambio climático es cada vez más urgente, este tipo de iniciativas son esenciales para avanzar hacia un futuro más sostenible.
El Gobierno regional financia en la UCLM un proyecto de investigación para el desarrollo de materiales biodegradables y sostenibles a partir de CO2

El Gobierno regional ha financiado en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) un proyecto de investigación para el desarrollo de materiales biodegradables y sostenibles a partir de CO2 y residuos agrícolas. Centrado en impulsar la Economía Circular, cuenta con un presupuesto de 120.000 euros.
Así lo ha dado a conocer el director de la Agencia de Investigación de Castilla-La Mancha, José Antonio Castro, quien ha explicado igualmente que el profesor Agustín Lara es el que dirige la iniciativa bajo el título ‘Diseño de nuevos materiales híbridos, biodegradables y sostenibles (MATHIBIOSOs)’.
José Antonio Castro ha comentado que “hay que poner en valor la importancia de esta investigación, dado que los productos a partir de los cuales se prepararán los materiales se obtienen de la granilla de la uva o del hueso y residuos de la aceituna, y Castilla-La Mancha es la mayor productora de uva del mundo y la segunda productora de aceituna de España”.
“El proyecto, así, permite la valorización de estos recursos naturales, lo que contribuirá a una nueva industria sostenible y circular para luchar contra la despoblación de nuestra región, uno de sus mayores problemas que afecta sobre todo a las generaciones más jóvenes”, ha añadido el director de la Agencia.
El objetivo principal del proyecto es utilizar fuentes renovables como el CO2 y productos derivados de residuos de la biomasa para preparar nuevos materiales biodegradables y más sostenibles de interés industrial mediante procesos catalíticos.
Muchos de estos residuos son generados en las zonas rurales de Castilla-La Mancha, con riesgos de despoblación, conocidas como zonas de Inversión Territorial Integrada (ITI) de Castilla-La Mancha, por los que los investigadores del proyecto realizan reuniones con empresarios del sector agrícola, bodegas y almazaras, donde se generan algunos de estos residuos, para difundir los objetivos del proyecto y los resultados y, así, fomentar la cultura innovadora.
Estos procesos, ha explicado José Antonio Castro, permiten, por un lado, valorizar residuos agrícolas y, por otro lado, captar las emisiones de CO2 para convertirlas en plásticos biodegradables a través de aplicaciones industriales.
Además, ha añadido el director de la Agencia de Investigación que, “el proyecto ha permitido también la contratación de un investigador predoctoral que se encuentra realizando su tesis en el desarrollo de complejos de metales abundantes como catalizadores para la preparación de materiales biodegradables”.
Castilla-La Mancha dispone de 5 centros de producción de pellets, 2 de astillas y 3 de hueso de aceituna para biomasa

El Mapa de los Biocombustibles Sólidos 2023 elaborado por AVEBIOM, y actualizado en agosto de 2023, muestra la ubicación y datos de 67 fábricas de pellet, 57 de astilla y 31 de hueso de aceituna inventariadas en el último año en España.En el caso de Castilla-La Mancha, la región contaba en agosto del 2023 con un total de 5 centros de producción de pellets, 2 de astillas y tres de hueso de aceituna para el mercado de biomasa
El Mapa ofrece también información de los 37 distribuidores de pellet certificados ENplus® y de los fabricantes y distribuidores de astilla, hueso y leña certificados BIOmasud®. Desde esta edición, el mapa comenzará a distinguir a las empresas que certifican su sostenibilidad conforme a lo dispuesto en la Directiva Europea de Energías Renovables REDII.
Las 67 plantas de pellet se distribuyen por todo el país, aunque la mayor parte se concentra en la mitad norte, lo mismo que la producción. Desaparecen del mapa 6 fábricas, que no han conseguido afianzarse por diversos motivos, y se suman dos nuevos proyectos ya en operación en las provincias de Ourense y de Cuenca.
En 2022, cuatro de las fábricas con mayor capacidad aumentaron en más de 10.000 toneladas sus producciones anuales: ENERBÍO, en Cataluña; y BURPELLET-CYLPELLET y NATURPELLET, en Castilla y León. Estas cuatro plantas sirvieron el año pasado más de 200.000 toneladas de pellet certificado ENplus® A1, cerca de la tercera parte de todo el volumen fabricado en España.
Otras 20 fábricas aumentaron producción, nueve de ellas con incrementos superiores a las 1.000 toneladas al año. Y 20 plantas no han facilitado sus datos de fabricación, pero en general se trata de instalaciones con producciones pequeñas.
La producción total nacional en 2022 superó las 635.000 toneladas, casi 90.000 más que el año anterior. Las 36 fábricas que cuentan con certificado ENplus® en vigor, garantizan que más del 90% de la producción española de pellets tiene calidad A1.
En la septiembre de 2023, hay 36 fábricas y 37 empresas distribuidoras con certificado activo en el sello de calidad ENplus®.
En cuanto a la producción de astilla, AVEBIOM ha inventariado 57 plantas en España. De las que han facilitado sus datos, tan solo una supera las 60.000 toneladas al año de producción y seis fabrican más de 30.000 toneladas. Varias plantas han aumentado capacidad este año.
En el último año han certificado la sostenibilidad de su actividad con la entidad SURE dieciocho instalaciones. Maderas Campos es la única que, además, certifica la calidad de la producción con BIOmasud®.
Por otra parte, se han inventariado 31 plantas donde se obtiene hueso de aceituna, dos más que en 2022. Cinco instalaciones han tenido producciones inferiores al año anterior debido a la anómala cosecha de la temporada 2022-23, y tan solo una aumenta su capacidad. En total, seis plantas y un distribuidor están certificados con BIOmasud®.
El Gobierno otorga 34 millones a 23 proyectos de redes de calor y frío con renovables, seis de ellos en Castilla-La Mancha

El Gobierno ha otorgado 34,6 millones de euros a un total de 23 proyectos de redes de calor y frío con energía renovable, repartidos en seis comunidades autónomas.
El Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), publicó el pasado 4 de abril la resolución provisional de la convocatoria de esta línea de ayudas, y abrió un período de alegaciones de 24 horas, es decir, hasta el día 5 de abril de 2023.
La convocatoria diferencia entre dos tipos de beneficiarios que se distribuirán entre los dos programas establecidos: el Programa de Incentivos 1 está dirigido a aquellos que realicen alguna actividad económica por la que ofrezcan bienes y/o servicios en el mercado, mientras que el Programa de Incentivos 2 está dirigido a aquellos que no realicen actividades económicas por las que ofrezcan bienes y/o servicios en el mercado.
Ambas categorías impulsan las redes de calor y frío renovables apoyándose en tres líneas diferenciadas de actuación:
-Instalación de nuevas redes de calor y frío, incluyendo una o varias centrales de generación que utilicen exclusivamente energías renovables y una o varias redes de distribución con conexiones de intercambio energético a centros de consumo.
-Ampliación de una central de generación existente, mediante la incorporación de nuevos equipos de generación que utilicen energías renovables.
-Ampliación de una red de distribución existente, incluyendo la propia red y nuevas conexiones de intercambio. Estos proyectos han de utilizar centrales de generación existentes que utilicen energías renovables.
Propuestas seleccionadas
Sobre el presupuesto de 100 millones para “el desarrollo de energías renovables innovadoras, integradas en la edificación y en los procesos productivos”, el Ministerio ha recibido 34 propuestas que solicitaban más de 51 millones: en el Programa de Incentivos 1 (privados) se han admitido 20 expedientes, que suponen una inversión total de 30,7 millones de euros; en el Programa de Incentivos 2 (públicos) se conceden 4 millones de euros, repartidos entre los 3 proyectos admitidos a trámite.
Como no se han cubierto todos los fondos disponibles en la convocatoria, se espera que reciban los fondos solicitados y que el número de beneficiarios se pueda ampliar tras el proceso de alegaciones.
Los proyectos ganadores se distribuyen en cinco tecnologías renovables: biomasa (18), solar (2), geotermia (1), aerotermia (1) e hidrotermia (1); que se pondrá en marcha en seis comunidades autónomas: Aragón (1), Castilla-La Mancha (6), Castilla y León (8), Cataluña (6), Galicia (1) y Principado de Asturias (1).
Por regiones, destaca especialmente Palencia, donde se ubicará el proyecto que recibe el mayor importe (4,9 millones de euros), además de ser adjudicataria de otros proyectos, como la ampliación de la Red de distribución (2,3 millones de euros) o la ampliación de la central existente (800.000 euros).
La biorrefinería de I+D Clamber, en Puertollano, muestra su metodología de aprovechamiento de subproductos agroalimentarios

Están en marcha 4 proyectos de revalorización de residuos de la berenjena de Almagro, la nuez de Nerpio, los pistachos y los subproductos de la vinificación
El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla – La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, asistió el pasado 12 de abril a la clausura de un taller sobre aprovechamiento de subproductos agroalimentarios organizado por la biorrefinería de I+D Clamber. Una planta creada en 2017 para hacer procesos de escalado biológicos que, actualmente, da servicio a todo el tejido empresarial, tanto de la región como de fuera de Castilla-La Mancha.
A lo largo de la jornada, Clamber mostró sus capacidades, a partir de cuatro proyectos de revalorización de los residuos de la berenjena de Almagro, la nuez de Nerpio, los pistachos y los subproductos de la vinificación.
El taller se ha convertido, también, en un punto de encuentro entre los generadores de los subproductos, las personas que investigan sobre su valorización, los interesados en valorizar dichos subproductos a nivel comercial y los usuarios finales de los mismos. Y es que, la I+D+i agraria debe pensar en su rentabilidad y su sostenibilidad para poder seguir avanzando.
Entre las ventajas de la biomasa agroalimentaria destaca que sea una fuente de materiales natural, local y sostenible. Con su revalorización, se transforman los residuos en nuevos productos con valor añadido, convirtiendo un problema en una oportunidad y aumentando la rentabilidad, a la vez que se promueve la economía circular, se revitaliza la economía rural y se genera empleo de calidad, siendo respetuoso con el medio ambiente.
Hasta la fecha, Clamber ha conseguido una inversión público-privada de 13 millones de euros, que ha permitido poner en marcha numerosos proyectos, entre ellos, los cuatro que han sido objeto del taller celebrado.
Castilla-La Mancha cuenta con 8 fábricas de pellets con 180.800 tn de capacidad total de producción

La fabricación nacional de pellets en 2021 superó el bache de 2020 y ascendió por encima de las 640.000 toneladas. Las estimaciones para 2022 indican que se batirá el récord de producción de 2019, de manera que se superarán con creces las 750.000 toneladas puestas en el mercado. El consumo de pellet continúa aumentado año tras año y en 2021 las calefacciones españolas requirieron 780.000 toneladas, con el sector residencial unifamiliar como principal consumidor absorbiendo el 67% de todo el consumo. Prácticamente todo el pellet importado para satisfacer las necesidades del mercado español provino de Portugal.
La Asociación Española de la Biomasa, AVEBIOM, acaba de publicar el nuevo informe estadístico sobre el mercado de los pellets de madera. En este informe se pueden encontrar datos de producción y de consumo de pellets de madera tanto a nivel nacional como por comunidades autónomas. También incluye estadísticas sobre la evolución del sistema de certificación ENplus® en España.
Castilla-La Mancha contaba a finales del 2021 con 8 fábricas de pellets, dos menos que en el año 2017. Con una capacidad de producción de 180.800 toneladas, lo que supone el 9% del total nacional.
En 2021 se ha producido un aumento de productividad de las fábricas que coincide con un descenso del número de plantas censadas respecto al año anterior, que pasaron de 85 a 75 instalaciones operativas, y a 76 en el presente año. En general, las plantas que desaparecen son muy pequeñas o ya llevaban tiempo sin actividad por lo que estos cierres apenas han afectado a las cifras de producción. En cambio, varias empresas han realizado mejoras en los últimos meses para aumentar capacidad, de ahí el incremento global.
La crisis energética que comenzó en 2020 parece enquistarse y muchos ciudadanos y empresas de toda la UE han hecho realidad la opción del cambio de tecnología durante los últimos meses. Así, en paralelo al incremento récord del 40% en la instalación de estufas y calderas ocurrido en nuestro país durante 2021, también ha aumentado el consumo de pellets en un 13,5%. En la UE durante 2021, según cálculos de Bioenergy Europe, aumentó en un 18%.
En 2022 esperamos que el consumo crezca nuevamente y ronde las 865.000 toneladas. Los fabricantes nacionales han hecho un gran esfuerzo en este complejo año, aumentando producción y priorizando su servicio a clientes españoles; así, vemos que la curva de producción vuelve a acercarse a las cantidades que necesitan los usuarios de equipos de pellet en el país.
La mayor parte de la producción nacional ya está certificada ENplus® copando el 87% del mercado; prácticamente todas las plantas importantes producen bajo el esquema de calidad, pero cada año se suman nuevos distribuidores, lo que mejora la consistencia de una oferta de calidad al consumidor. Entre 2020 y diciembre de 2022 se han certificado 2 nuevas plantas y 9 suministradores, alcanzando los 100 certificados emitidos en España.
Aunque el informe estadístico no analiza los precios, Pablo Rodero, responsable de certificación en AVEBIOM y actual presidente del Consejo Europeo del Pellet (EPC), destaca que “a pesar de la notable subida que ha sufrido el precio del pellet este año, su coste energético (€/kWh) se ha mantenido siempre inferior al de cualquier combustible fósil o la electricidad. En Europa ya es evidente un cambio de tendencia a la baja en los precios del pellet y también de la astilla, que pronto se ha de empezar a notar también en España”.
De hecho, desde el mes de octubre la curva de precios del pellet para uso doméstico ha empezado a suavizarse y el precio medio del saco de 15 kg se a finales de noviembre se situaba en 7,79 €, siendo posible encontrarlo a precios inferiores.
Las estadísticas de este informe se han realizado gracias a los datos recabados específicamente por AVEBIOM durante los meses de junio a agosto de 2022 para elaborar el propio informe y el mapa de biocombustibles que publicamos en nuestra revista Biomasa News. Además, estos datos forman parte del informe estadístico que anualmente desarrolla BIOENERGY EUROPE, la asociación europea de la bioenergía, y que ha sido publicado en noviembre de 2022.
La instalación de equipos de biomasa en España vuelve a batir récords durante 2021

Se alcanzan máximos históricos en la instalación de equipos y la potencia total instalada. Estos equipos se destinan a generar energía térmica de origen renovable y local para, sobre todo, aportar calor industrial y suministrar calefacción doméstica. El año 2021 ha marcado un nuevo récord en la instalación de equipos de biomasa en España. El año finalizó con un parque de estufas y calderas de biomasa (pellet, astilla, hueso, y otros biocombustibles) superior a 512.000 unidades operativas, lo que se ha logrado gracias a la instalación de 75.832 dispositivos nuevos durante el año. También creció la potencia total instalada hasta los 14.090 MW, gracias a un aumento de 1.391 MW respecto a 2020.
La instalación de nuevas estufas y calderas de pellets en el sector doméstico creció un 40% el último año
La fabricación, instalación y mantenimiento de equipos de hasta 50 kW y el suministro de biomasa, principalmente pellet, en el sector doméstico generó en España un negocio de 465 millones de euros en 2021; un 26% más que el año anterior. Por otra parte, el consumo de calefacción doméstica con biomasa crea y mantiene empleo directo para 7.700 profesionales en diferentes actividades de la cadena de valor. Al cierre de 2021, operaban en España 497.556 estufas y calderas de pellets, 74.655 más que el año anterior, lo que supone un incremento del 40%, según los datos recogidos por la Asociación Española de la Biomasa en www.observatoriobiomasa.es
En 2021, el sector doméstico generó en total 3,1 teravatios hora de energía en forma de calor, utilizando para ello fundamentalmente pellet: 617 millones de kilogramos de pellets de madera, una cantidad que sustituyó la compra y quema de 310 millones de litros de gasóleo de calefacción. Además, que en 2021 en España se usase biomasa en vez de gasóleo para calentar viviendas contribuyó a luchar contra el cambio climático al evitar la emisión de 824.000 las toneladas de CO2, equivalentes a las emisiones de 550.000 vehículos.
En 2021, el sector industrial y comercial que usa biomasa dejó de consumir el equivalente a 1.634 millones de litros de gasóleo de calefacción
En el sector industrial y comercial, con equipos de potencia superior a 50 kW, la fabricación, instalación y mantenimiento calderas junto con la producción y suministro de biomasa generó un negocio superior a los 666 millones de euros, un 14% más que el año anterior. El consumo industrial de calor con biomasa crea y mantiene empleo directo para 5.240 profesionales en diferentes actividades de la cadena de valor. Al cierre de 2021, operaban en España 15.495 calderas, hornos, generadores de aire y quemadores industriales de biomasa, 1.177 más que el año anterior, lo que supone un incremento del 28% de las ventas sobre el año anterior.
Gracias a la biomasa, el sector industrial generó en su conjunto 16.312 GWh de energía en forma de calor a partir de alrededor de cinco millones de toneladas de biomasa, principalmente astillas de madera, restos forestales, pellets de madera y subproductos de la industria agroalimentaria como hueso de aceituna, cáscaras, y otros. Utilizar estos biocombustibles de origen sostenible y local en el sector industrial evitó la importación y quema del equivalente a 1.634 millones de litros de gasóleo de calefacción y redujo la emisión gases de efecto invernadero equivalente a retirar de la circulación 2,9 millones de vehículos.
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