El estado de los embalses de Castilla-La Mancha auguran un mal año hidroeléctrico en la región, que sumó 874 Gwh en 2016
La producción eléctrica de origen hidráulico tendrá un mal año en toda España –incluida Castilla-La Mancha– como el otoño y el invierno no vengan lluviosos. El estado de los pantanos españoles ofrece a estas fechas una imagen muy preocupante, al 42% de su capacidad, cuando la media española por estas fechas era del 56%.
En el caso de Castilla-La Mancha, la situación es más dramática aún ya que se encuentran al 20,20% de su capacidad, un 11% menos que el año pasado por estas fechas y un 17% menos que la media de la última década. Entre los embalses regionales que más agua tienen embalsada destaca el de Alarcón en Cuenca con 356 hm3 seguido de Buendía con 169 y Entrepeñas con 87.
Castilla-La Mancha produjo en el 2016 un total de 874 Gwh de energía de origen hidroeléctrico, siendo la novena región española en este tipo de energías. Sin ninguna de las 10 mayores centrales hidroeléctricas en su territorio y con el cierre o abandono de muchas pequeñas centrales a pie de río en las dos últimas décadas, esta energía ha perdido peso en la región frente a otras renovables. La política de trasvases del Tajo-Segura tampoco ha ayudado a conseguir un mayor protagonismo.
España cuenta con una capacidad de más de 55.000 hm3 en sus embalses, de los que un 40% sería para aprovechamiento hidroeléctrico, un porcentaje muy alto si se compara con la media de otros países de nuestro entorno. La capacidad instalada –aunque rara vez aprovechada– de las centrales hidroeléctricas suma cerca de 18.000 Mw, en torno al 19% del total de la potencia instalada en nuestro país.