Castilla-La Mancha es la cuarta comunidad con un mayor porcentaje de emisiones difusas de CO2 sobre el total
El Observatorio de la Sostenibilidad ha analizado en un reciente informe las emisiones de CO2 región por región para valorar su evolución durante los últimos años, desde 1990 a 2015. Aunque gran parte de las emisiones de CO2 depende de grandes instalaciones industriales -las denominadas emisiones fijas- hay otra variable muy importante como son las emisiones difusas, que tienen que ver más con un tejido industrial más formado por pymes así como por el transporte por carretera especialmente.
Según el Informe, Castilla-La Mancha es la cuarta comunidad española -solo por detrás de Madrid, Extremadura y La Rioja- donde el porcentaje de las emisiones difusas de CO2 es más alto respeto a su total, con un 76%.
Las Comunidades Autónomas que tienen más peso de emisiones de sectores fijos son Asturias y Galicia coincidiendo con las grandes emisiones de las centrales térmicas. Lo más llamativo es el fuerte peso de las emisiones de las grandes instalaciones industriales en Asturias, de manera que menos de una cuarta parte de las emisiones se debe al consumo ciudadano y de las pequeñas y medianas empresas no industriales, que es lo que representan las emisiones difusas.
Según detalla el Infome, “en el otro extremo, Madrid, Extremadura y La Rioja, presentan un máximo de emisiones difusas coincidiendo con la carencia casi total de industrias y por ello un máximo de emisiones debidas las transporte y otros sectores difusos». La diferenciación entre emisiones de grandes instalaciones industriales (fijas), las del tejido PYME no industrial y debidas al consumo (difusas) solo es posible estadísticamente a partir de 2006, cuando se crea el Registro Nacional de Emisiones (RENADE).
La evolución de las emisiones fijas desde esta fecha indica que todas las comunidades han reducido sus emisiones fijas entre 2006 y 2016, siendo La Rioja (un 84% menos) y la Comunidad de Madrid (un 75%) las que más han disminuido coincidiendo con procesos de desindustralización; y la Comunidad Valenciana (que permanece igual), Asturias (3% menos) y Galicia (un 7 % menos), las que menor reducción han experimentado, al margen de las ciudades autónomas, que en realidad han elevado sus emisiones.