Las Comunidades de Regantes piden prorrogar la firma de dos contratos eléctricos al año para reducir los costes fijos o regulados
Los regantes podrían pagar hasta un 73% más de factura energética por una nueva metodología para calcular los peajes de transporte y distribución, según estimaciones de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore).
La organización ha enviado unas alegaciones a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para advertirle de que esos incrementos en las tarifas podrían amenazar la supervivencia de los agricultores de regadío.
Fenacore ha criticado que las nuevas tarifas no tienen en cuenta las horas de mayor demanda de energía para que coincidan con los periodos tarifarios más caros y que la nueva normativa reduce las horas más baratas en favor de las más caras.
Según el presidente de Fenacore, Andrés del Campo, explicó que “han aumentado las horas con tarifa cara, sobre todo en verano, y han caído las horas con tarifas más baratas. Los regantes somos el segundo consumidor de energía, después de ADIF, y no encontramos una justificación técnica que avale estos cambios en el calendario, salvo la recaudatoria, dada la imposibilidad de limitar nuestros riegos a horarios intermitentes de horas valle y punta”.
Para los responsables de la Federación de Comunidades de Regantes, esos cambios frenarán la modernización de las 900.000 hectáreas pendientes y dificultarán el cumplimiento con los compromisos del Gobierno en materia agrícola y medioambiental, ya que la propia estructura horaria fijada para el verano «dificulta enormemente» la compatibilización con la energía fotovoltaica para autoconsumo, la más idónea para el regadío, explicaron.
Fenacore ha pedido prorrogar, más allá del estado de alarma, la posibilidad de firmar dos contratos eléctricos al año para reducir los costes fijos o regulados, que representan más del 60% de la factura eléctrica para los agricultores, tal y como establece la Ley de la sequía de 2018, que contempla en sus disposiciones adicionales la posibilidad de modificar la potencia a lo largo de 12 meses con el objetivo de aumentarla durante la época de máximo consumo y reducirla al mínimo para el resto del año, con el que simplemente mantener los equipos.
Desde 2008, según sus cálculos, el recibo eléctrico ha subido más del 100% debido sobre todo a los costes fijos, pese al ahorro de más de 54 millones de euros para el regadío logrado por la exención del 85% del impuesto especial eléctrico y la reducción de módulos para el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de los agricultores regantes.