Extensión de vida útil, repotenciación e hibridación marcarán el futuro de los 148 parques eólicos instalados en Castilla-La Mancha

El futuro de la energía eólica es clave en Castilla-La Mancha, al ser la tercera región española en este tipo de energía tras Castilla y León y Galicia, con 7.165 Gwh producidos en el año 2020. La región cuenta con 148 parques eólicos activos y una potencia instalada de 3.889 Mw, la segunda de país tras Castilla y León. De ahí que los debates sobre el futuro del sector, que abarcan desde la repotenciación y extensión de vida útil hasta la hibridación con otras tecnologías como la fotovoltaica sean tan importantes.
La Asociación Empresarial Eólica (AEE) ha analizado muchos de estos temas en la reciente jornada Análisis Operativo de Parques Eólicos, que la Asociación Empresarial Eólica (AEE) celebrada en Madrid.
Más de 300 asistentes participan en las 7 sesiones técnicas del programa con más de 25 expertos y profesionales del sector eólico. La jornada se centrará en los principales aspectos relacionados con la mejora operativa de los parques eólicos: extensión de vida, repotenciación, remaquinación de parques en operación, digitalización e inteligencia artificial, hibridación y almacenamiento, mantenimiento de la eólica marina, datos operativos, o reciclaje de componentes, entre otros temas. Este evento tiene un papel fundamental que es la de ser el foro de conocimiento técnico y tecnológico del sector eólico en España. La inauguración de la jornada ha contado con Juan Diego Díaz Vega, presidente de AEE, quien ha destacado que “el sector energético en España está viviendo momentos exigentes y complejos, que requieren de mucha responsabilidad por parte de todos los actores, de rigor y visión a largo plazo”.
El presidente de AEE ha indicado que la recuperación económica, los Fondos Europeos, el diseño del mercado o la necesidad de una mayor electrificación de la economía, son aspectos que tienen repercusión sobre la eólica, sobre las decisiones de inversión en I+D e industrialización de la cadena de suministro, así como sobre el ritmo de avance de la instalación de la nueva potencia eólica necesaria para cumplir el PNIEC. “Es decir, todo está unido y no se puede separar: lo técnico, de lo regulatorio; lo operativo, de lo estratégico; lo administrativo (como la tramitación), de las decisiones sobre inversión (como la repotenciación); la retribución, de las decisiones sobre la extensión de vida; y el esfuerzo en inversión en innovación y digitalización en parques existentes, de la posterior explotación comercial”.
Estos momentos son una oportunidad si se tiene en consideración los Fondos Europeos y el gran compromiso de país para adjudicarlos antes de final de 2023 y tener ejecutadas las inversiones en 2026. “De ahí deben salir, sin duda, convocatorias que fortalezcan nuestras capacidades, el despegue definitivo de la repotenciación de parques eólicos o la mejora de competitividad industrial en ámbitos como la eólica marina que permitan construir en España una nueva cadena de valor de la tecnología flotante”, ha concluido Juan Diego Díaz Vega, presidente de AEE.